Lidia
Lipacho
Continuando con los artículos para mejorar el trabajo en equipo, se debe entender que los conflictos son inevitables, son una
parte esencial de la dinámica del grupo,
dado que hay muchas situaciones que pueden causar el conflicto, pueden ser
dañinos o útiles para el grupo dependiendo de cómo se aborden.
La pregunta es ¿por qué se generan los
conflictos? ¿Cómo y cuando aparecen? Se podría decir que cada uno tiene
diferentes expectativas que no son satisfechas por el otro. Ya que se pueden
sentir cansados, estresados o frustrados, no disponen de toda la información
sobre el proyecto. Tal vez se sienten implicados en la discusión y decisiones
del grupo, donde se forman etapas de conflictos en las que juzgan las ideas,
atacan de forma personal, etc.
Los beneficios de los conflictos pueden
dar más fuerza para desarrollar buenos argumentos para apoyar las ideas.
Facilita al grupo que exponga múltiples puntos de vista. Por lo tanto permite
demostrar sus frustraciones, promueve el pensamiento creativo, ayuda analizar y mantener en equilibrio al grupo.
Los conflictos surgen habitualmente en situaciones en las que nadie comprende, no se practica la escucha activa, las ideas y las opiniones
no se toman en cuenta. Muchos se centran en la competencia y no en la
resolución del problema. Las posibles soluciones incluyen que todos expongan
sus ideas, para asegurarse que se está entendiendo. Uno debe dedicar un tiempo
suficiente para escuchar y no dejar que afecte el problema al grupo, donde solo
se debe tocar puntos adecuados y tener
una mentalidad abierta.
Los conflictos se deben abordar con integración, competencia y compromiso, que permiten considerar las
necesidades de todos. Pero también se ve
que hay vencedores y vencidos, este tipo de actos no beneficia al bienestar del
grupo. De inmediato se tiene que evitar el conflicto ya que con el tiempo se
resolverá, pero tiene que ser de forma honesta.
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